La justicia en el fútbol suele aparecer con tanta frecuencia como el talento en el cine español, de forma muy esporádica. Desde hace unos años, y gracias a que ciertos ideólogos han llevado este deporte hasta los límites de sus propias reglas, ahora se asume con total naturalidad el que un equipo se meta en su área esperando a que los contrarios hagan lo que tengan que hacer y encima a veces incluso se aplaude esto como una genialidad de un iluminado de la táctica. Hace no muchos años actuar de esa manera era motivo de mofa y vergüenza y estaba reservado a equipos pequeños y toscos con todo que perder y nada que ganar. Cerrojazo se decía. Amarrategui eran los que lo hacían. Hoy esa filosofía la hace suya el campeón de Europa utilizando eufemismos como “contrataque” y “rigor táctico”. Sé que no todo el mundo piensa igual que yo pero a mí me parece lamentable y no vería con mala cara un cambio de reglas que penalice al cobarde y al especulador.
Portugal partía como equipo peligroso y con aspiraciones y atendiendo a la alineación lo es. Tiene un puñado de jugadores fabulosos y un equipo compenetrado pero han salido al campo a colgarse del larguero y a esperar que los españoles se tropezaran para pisarles la cabeza. Cobarde y rastrero. Lamentablemente Portugal no es el único que apela a esta sucia forma de jugar al fútbol pero que jugadores como la mayoría de los portugueses tengan que jugar a esto es una pena. Portugal merecía perder y ha perdido con justicia. Pero ha sido difícil.
Aunque el planteamiento sigue sin gustarme y aunque sigo siendo muchas de las carencias que tenía hay que reconocer que esto es otra cosa. Me sigue sobrando uno de los mediocentros (Xavi Alonso porque Busquets está espectacular) que permita más campo y otro compañero para Xavi (especialmente con equipos con 9 jugadores por detrás del balón) y me sigue pareciendo que la circulación de balón es muy lenta pero en cambio hoy si que España ha querido ser (y ha sido) protagonista del partido y hoy si que ha querido serlo con el balón en los pies.
No ha sido fácil ganar porque portugal es un equipo muy trabajado defensivamente, acumula muchos hombres en defensa (hacía años que no veía jugar con tres centrales) y tienen jugadores verticales y peligrosos que te obligan a tener que apuntalar tu defensa. Lo normal en estos casos es desesperarse cuando no marcas, que es el primer paso para cometer errores, pero aunque la selección ha estado la borde de hacerlo, afortunadamente ha tenido la personalidad suficiente como para no torcer la cara nunca. Para mí esa es la gran noticia de la noche y lo que me hace ser más optimista para el futuro, hemos recuperado la personalidad.
Torres no está fino y probablemente sus dos titularidades seguidas sean un regalo inmerecido aunque es una apuesta personal de Del Bosque para recuperar a un jugador clave dentro de este colectivo y eso es un acto que le honra al madridista. Hoy ha estado muy flojo y la clave que ha cambiado el partido ha sido precisamente su sustitución por un Llorente que pedía a gritos su entrada desde hace varios partidos. El riojano, que no vasco, es un excelente delantero de referencia que va bien por alto y muy bien de espaldas a la portería. Es una buena alternativa cuando se atascan los partidos de toque y ofrece además la posibilidad del juego aéreo. Eso es lo que ha ocurrido. El delantero de Athletic ha fijado a los centrales dejando más espacio detrás para Xavi e Inista y ha parado los pases verticales dando tiempo a la segunda línea para que llegue. Si a eso le unen el concurso de un Villa en estado de gracia que junto a Busquets es hoy por hoy lo mejor de la selección pues ya tienen la receta del gol español (que sigo sin tener claro si era fuera de juego o no).
A partir de ahí lo que suele ocurrir con estos equipos que juegan sin plan B, gol en contra y se acabó el partido para siempre. Patadas, codazos, desmanes, frustración... y la tradicional cara de gilipollas de Cristiano Ronaldo que espero que los periodistas del régimen apreciasen en su plenitud ahora que no estaban cegados por el deslumbrante y mentiroso color blanco del escudo madridista. A destacar en este sentido la pitada que el estadio sudafricano le ha brindado. Cuando un tipo va haciendo “amigos” esté donde esté y juegue contra quien juegue lo mismo que es que el “pobrecito” lejos te estar perseguido lo que ocurre es que es imbécil.
Espero que no se nos ocurra menospreciar a Paraguay que sería el primer paso para dormir muy tristes el próximo sábado.
PD. Don Siro López, no se puede ser más idiota y estúpido que usted. Es literalmente imposible.
PD. Don Siro López, no se puede ser más idiota y estúpido que usted. Es literalmente imposible.