Se equivocaba

por Ennio Sotanaz On 16:22 0 comentarios
Se equivocaron los que destacaban la supremacía del fútbol sudamericano sobre el fútbol europeo en crisis (3 de cuatro en semifinales son europeos) igual que se equivocan siempre los que sacan conclusiones precipitadas sobre estimaciones mal hechas. Se equivocaron todos los entrenadores que pensaron que el “fútbol moderno” consiste en colocar diez jugadores por detrás del balón y esperar el fallo del contrario mientras le das patadas a todo lo que se mueve porque todos esos equipos están básicamente expulsados de la competición. Se equivocaron (y se equivocan) todos los que criticaron al Luis Aragonés por decir la verdad porque la verdad será lo quieras pero fundamentalmente es verdad y Luis Aragonés tenía (y tiene) razón. Se equivocó Del Bosque al intentar destripar a este equipo de su personalidad y se sigue equivocando con algunos recados que irremisiblemente deja y que hace que los partidos se compliquen y se espesen como chocolate caliente. Se equivocaba Maradona con sus fanfarronadas y se equivocada Dunga con sus estupideces.

España se ha clasificado por primera vez en su historia (al parecer) para disputar unas semifinales de un mundial sin brillantez pero con oficio, sin juego pero con tesón, sin fútbol pero con emoción. Lo ha hecho frente a un equipo que al igual que los que operan con la misma concepción del deporte y de este juego deberían por el bien de la humanidad no llegar hasta estas alturas en estas competiciones. No tengo nada contra Paraguay (al contrario) pero si detesto los equipos cobardes que juegan a defender y a esperar la debilidad puntual del contrario detesto todavía más los que los que además tratan de contrarrestar cualquier tipo de creación a base de patadas. Hasta ahí podíamos llegar. Independiente de los problemas de la selección española, que ahora hablaremos, el lamentable árbitro guatemalteco ha consentido una constante carnicería de los guaraníes que tienen una sobrecogedora tendencia a entender que la agresividad en el juego es lo mismo que dar hachazos a diestro y siniestro. Sólo por eso me alegro de que Paraguay se quede con las ganas de saber lo que es disputar una semifinal.

Del Bosque ha vuelto a ser fiel a su once titular y aunque no estoy de acuerdo para nada con ello me parece un acto generoso para con Torres que yo valoro y quizás un mensaje de fe a la plantilla en lugar de una cabezonería estúpida. No lo tengo claro pero prefiero pensar lo primero. Aun así me parece un error. El dichoso doble pivote destroza la verdadera esencia del juego español que está localizada muy cerca de esa zona. La España de la Eurocopa jugaba con Iniesta, silva y Xavi delante de un medio centro pero también lo hizo delante de dos medio centros en alguna ocasión. Eso si, quitando un delantero. Lo esencial es que el balón llegue con fluidez a Xavi y 2 compañeros de características especiales en el campo contrario mientras que ahora el balón está retenido durante demasiado tiempo en los mediocentros, que juegan más atrás, que hacen más peligroso un robo, que tienen que abusar del pase horizontal y sobre todo que ralentizan de forma exagerada el juego. Para mí ahí está el error de esta selección.

Por eso la entrada de Cesc ha supuesto un brote de aire fresco y sin que fuese en ningún momento espectacular el juego de España ha mejorado y la sensación de peligro de los sudamericanos ha muerto para siempre. Si Del Bosque no puede prescindir del doble pivote porque su religión se lo prohíbe lo más sensato sería dejar a villa arriba y poner a tres “jugones” por delante de los mediocentros.

El partido ha sido feo, tosco y aburrido. Muy aburrido. Si nos quitamos la emoción del momento y lo miramos con ojos críticos el partido ha sido para olvidar. Por parte de Paraguay está claro que buscaban eso, llegar a los penalties desde el primer minuto (asquerosamente lamentable) pero el planteamiento de Del Bosque ha desperdiciado la primera parte con esa especie de fútbol control, cansino, lento y sin verticalidad que tenemos durante este mundial. Parece que los partidos sólo se juegan a partir que uno de los contrincantes se equivoque lo cual es algo que personalmente no puedo con ello.

Pero de todas las maneras estamos en semifinales y eso lo cura todo. Lo cura y lo justifica. A partir de ahora los partidos se ganan por lo civil o por lo criminal y en ese ambiente lo más importante es el estado anímico, la fortaleza psicológica de la cabeza y la suerte. Esta selección ha demostrado varias veces tener las tres cosas así que confío en que salgan el día del difícil encuentro frente a la poderosa Alemania y podamos disfrutar de una final del mundo.

Acabo de llegar de la calle y Madrid es una fiesta. Espero que sólo sea el principio de lo que se avecina.
La justicia en el fútbol suele aparecer con tanta frecuencia como el talento en el cine español, de forma muy esporádica. Desde hace unos años, y gracias a que ciertos ideólogos han llevado este deporte hasta los límites de sus propias reglas, ahora se asume con total naturalidad el que un equipo se meta en su área esperando a que los contrarios hagan lo que tengan que hacer y encima a veces incluso se aplaude esto como una genialidad de un iluminado de la táctica. Hace no muchos años actuar de esa manera era motivo de mofa y vergüenza y estaba reservado a equipos pequeños y toscos con todo que perder y nada que ganar. Cerrojazo se decía. Amarrategui eran los que lo hacían. Hoy esa filosofía la hace suya el campeón de Europa utilizando eufemismos como “contrataque” y “rigor táctico”. Sé que no todo el mundo piensa igual que yo pero a mí me parece lamentable y no vería con mala cara un cambio de reglas que penalice al cobarde y al especulador.

Portugal partía como equipo peligroso y con aspiraciones y atendiendo a la alineación lo es. Tiene un puñado de jugadores fabulosos y un equipo compenetrado pero han salido al campo a colgarse del larguero y a esperar que los españoles se tropezaran para pisarles la cabeza. Cobarde y rastrero. Lamentablemente Portugal no es el único que apela a esta sucia forma de jugar al fútbol pero que jugadores como la mayoría de los portugueses tengan que jugar a esto es una pena. Portugal merecía perder y ha perdido con justicia. Pero ha sido difícil.

Aunque el planteamiento sigue sin gustarme y aunque sigo siendo muchas de las carencias que tenía hay que reconocer que esto es otra cosa. Me sigue sobrando uno de los mediocentros (Xavi Alonso porque Busquets está espectacular) que permita más campo y otro compañero para Xavi (especialmente con equipos con 9 jugadores por detrás del balón) y me sigue pareciendo que la circulación de balón es muy lenta pero en cambio hoy si que España ha querido ser (y ha sido) protagonista del partido y hoy si que ha querido serlo con el balón en los pies.

No ha sido fácil ganar porque portugal es un equipo muy trabajado defensivamente, acumula muchos hombres en defensa (hacía años que no veía jugar con tres centrales) y tienen jugadores verticales y peligrosos que te obligan a tener que apuntalar tu defensa. Lo normal en estos casos es desesperarse cuando no marcas, que es el primer paso para cometer errores, pero aunque la selección ha estado la borde de hacerlo, afortunadamente ha tenido la personalidad suficiente como para no torcer la cara nunca. Para mí esa es la gran noticia de la noche y lo que me hace ser más optimista para el futuro, hemos recuperado la personalidad.

Torres no está fino y probablemente sus dos titularidades seguidas sean un regalo inmerecido aunque es una apuesta personal de Del Bosque para recuperar a un jugador clave dentro de este colectivo y eso es un acto que le honra al madridista. Hoy ha estado muy flojo y la clave que ha cambiado el partido ha sido precisamente su sustitución por un Llorente que pedía a gritos su entrada desde hace varios partidos. El riojano, que no vasco, es un excelente delantero de referencia que va bien por alto y muy bien de espaldas a la portería. Es una buena alternativa cuando se atascan los partidos de toque y ofrece además la posibilidad del juego aéreo. Eso es lo que ha ocurrido. El delantero de Athletic ha fijado a los centrales dejando más espacio detrás para Xavi e Inista y ha parado los pases verticales dando tiempo a la segunda línea para que llegue. Si a eso le unen el concurso de un Villa en estado de gracia que junto a Busquets es hoy por hoy lo mejor de la selección pues ya tienen la receta del gol español (que sigo sin tener claro si era fuera de juego o no).

A partir de ahí lo que suele ocurrir con estos equipos que juegan sin plan B, gol en contra y se acabó el partido para siempre. Patadas, codazos, desmanes, frustración... y la tradicional cara de gilipollas de Cristiano Ronaldo que espero que los periodistas del régimen apreciasen en su plenitud ahora que no estaban cegados por el deslumbrante y mentiroso color blanco del escudo madridista. A destacar en este sentido la pitada que el estadio sudafricano le ha brindado. Cuando un tipo va haciendo “amigos” esté donde esté y juegue contra quien juegue lo mismo que es que el “pobrecito” lejos te estar perseguido lo que ocurre es que es imbécil.

Espero que no se nos ocurra menospreciar a Paraguay que sería el primer paso para dormir muy tristes el próximo sábado.



PD. Don Siro López, no se puede ser más idiota y estúpido que usted. Es literalmente imposible. 

Hay alguna gente que me tiene en muy alta estima y que me considera un tipo leído y con inquietudes (benditos ellos) y precisamente por ello, a pesar de no conocerse, casi todos están de acuerdo en no entender para nada mi primaria afición al fútbol. No les culpo y en parte les entiendo. Aunque siempre he tratado de hacer ver que ese estereotipo rastrero y zafio que acompaña desgraciadamente a este deporte no está en realidad relacionado con el deporte en sí y que un juego tan rico y saturado de posibilidades como el fútbol puede llegar a ser un noble, divertido, interesante y sesudo juego de estrategia, sentimiento y pasión que nada tiene que ver con ese pastiche asqueroso que se vende desde los medios de comunicación, lo cierto es que cada vez me resulta más difícil intentar demostrarlo. Hoy, después de los atropellos arbitrales de ayer, es todavía más difícil.
Mucha de la gente que detesta el mundo del balompié apoyan su odio (o desprecio) al fútbol (más que a sus circunstancias) basándose en que se trata de un engaño barato, una competición adulterada. Una mentira, vamos. Créanme que es algo que yo también he pensado y pienso muchas veces y aunque me cueste reconocerlo por lo que me va en ello, creo que la realidad está más cerca de esa aseveración que de la contraria.
Independientemente de la justicia del resultado final, de los méritos de cada uno, de las filias y fobias por los protagonistas, etc… lo que ocurrió ayer en la copa del mundo es de vergüenza. Que en la era de la comunicación y la inmediatez se anule el empate a dos de Inglaterra porque el árbitro en teoría no lo ha visto cuando diez segundos después de ocurrir el mundo entero sabía que el gol había sido completamente legal es asquerosamente lamentable. Ver la imagen del árbitro del Argentina-México señalando el círculo central y dando validez a un gol que todo el estadio acababa de ver en el video marcador que era ilegal es además de bochornoso patético. Hubiese bastando con que el árbitro o el juez de línea levantaran la cabeza y mirasen la pantalla para haber hecho su trabajo correctamente pero el mundo del fútbol parece que tiene que vivir de espaldas a la justicia por alguna razón que el propio mundo del fútbol prefiere ignorar.
Si estas cosas ocurren tengo asimilado no son por mala suerte. Ocurren porque los organizadores de este circo quieren que ocurra. El control a través de la incertidumbre. El dominio a través del error natural. Los dos atracos de ayer se podían haber evitado tranquilamente sin atentar contra la fluidez del juego ni la pasión del deporte. Insisto, si sigue ocurriendo es porque alguien prefiere que ocurra. Ayer fue Argentina, hoy será Brasil y siempre será el Real Madrid.

Especulen ustedes.
Independientemente de ello está bien que Inglaterra caiga eliminada. E Italia y Francia y todos esos equipos que hacen de la especulación un presunto arte (sin serlo). Ayer me decía un amigo que este mundial está castigando a los cobardes y es una lectura que me encanta. Ojalá fuese siempre así.

Alegrías, dudas y mentiras

por Ennio Sotanaz On 1:03 0 comentarios
Existe una forma muy italiana de ver el fútbol que dice que lo importante dentro de este mundo del balompié, matizando además que es lo único importante en lugar de lo más importante, es básicamente el resultado. Puede que los italianos (y los que intermitentemente se apuntan o apean del carro en función de lo cerca o lejos que esa misma idea pulule por el ectoplasmia del Real Madrid, como por ejemplo en diario MARCA) tengan razón pero no deja de ser una razón muy triste.

Quizás no en días como hoy pero a la larga suele resultar triste.

España está en la siguiente fase del mundial, la buena, la de verdad, la definitiva, la verdaderamente interesente y lo está pasando como primero de grupo que es lo que tenía que ocurrir según los analistas si no hubiesen ocurrido ciertos episodios de expediente X de por medio. Es la hora de olvidar el pasado, apretar los dientes, dormir como un lirón y afrontar el futuro sin miedo pero con humildad, con valentía pero sin arrogancia. Desgraciadamente todo esto sería nuevo para algún dirigente de la federación, los pequeñitos del cuerpo técnico y especialmente para el entorno mediático más rastrero, parcial, mentiroso y más ordinario de la historia de la humanidad. No el nuestro (no el mío al menos) sino el de esta selección española por extrapolación del Real Madrid.

Puede que siguiendo la prensa patria uno tenga la sensación de que la selección y sus circunstancias sean una perfecta máquina engrasada, una balsa de aceite y un gran mecanismo de relojería cuyos “minúsculos” contratiempos son siempre culpa de la mala suerte, de Luis Aragonés hablando de fútbol en una emisora árabe o como dice un insigne (y estúpido) periodista de los “casposos” seguidores al atlético de Madrid que no abrazan la modernidad del Gran Hermano.

Hay que ser verdaderamente ingenuo (o rematadamente imbécil) para creer algo así.

La selección española está enferma. No sé si es un pequeño resfriado que se pasa con un ratito en la cama o estamos ante una enfermedad degenerativa que se ha apoderado de los órganos vitales. Ayer la selección ganó pero no pareció la selección española. No al menos la de los últimos años.

Hasta el primer gol de Villa (magnífico golpeo del Guaje, tremenda cagada del portero) la selección fue un equipo miedoso, torpe, mediocre y vulgar. Sin agresividad táctica que requiere el nuevo sistema (algo que ni tienen, ni han tenido, ni ha hecho falta), sin la capacidad de sacrificio necesaria que requiere un sistema con dos mediocentros defensivos y bandas que no son bandas y sobre todo con la vulgaridad y la cara de estúpido que se le queda a este elenco de jugadores cuando no tiene el balón. El equipo sin balón es de una vulgaridad extrema y de una vulnerabilidad lastimosa pero eso desgraciadamente es lo que vimos durante muchos minutos del partido. Chile se lo quitó a base de rigor táctico y agresividad pero sobre todo ayudado por un estilo de juego, el español, cobarde, lento y predecible. Mal pintaban las cosas hasta el error del portero chileno y no quiero ni pensar lo que podría haber ocurrido.

A partir del gol el partido fue otro y aunque algunas cosas mejoraron y todo se llevó a un escenario mucho más potable para la salud de la afición española yo personalmente seguí sin ver al equipo que pensaba que sería mi selección. Gracias a Dios llegó el segundo gol de Iniesta y la expulsión de Estrada que debería haber sido definitiva… pero no lo fue.

Nada más empezar la segunda parte los chilenos, con una valentía y seguridad que no he visto todavía en España en lo que llevamos de mundial, se fueron para arriba y consiguieron un gol que puso el canguelo en una escuadra de autoestima tambaleante. El juego volvió a ser del equipo americano pero la intensidad y la valentía también. Con uno menos. La selección española no olía la pelota y quizás debamos empezar a asumir que está va a ser la tónica habitual de este equipo frente a equipos que no se encierren en su área desde el principio. Muy mal asunto. Hasta el “valiente” cambio de Del Bosque que retiraba a un voluntarioso pero desacertado Torres para poner en el campo a Cesc no volvimos a recuperar con cierta dignidad el esférico y eso, al menos para el que escribe, es un dato preocupante. El más preocupante.

A partir de ahí, quizás gracias al plebiscito en el banquillo chileno que determinó que Suiza era incapaz de marcar contra Honduras y por tanto el resultado era bueno, los equipos firmaron la pipa de la paz y no se volvió a llegar a las porterías.

España es primera de grupo y se enfrenta con un buen equipo como Portugal. Veremos como se afronta este partido. Existen dos posibilidades: o hacemos como si esta fase de grupos no hubiese existido y el cuerpo técnico asume que su ataque repentino de entrenador debería quedarse en el congelador o seguimos con esta especie de huida hacia adelanta en pos de la estupidez y testaruda idea de que se están haciendo las cosas bien.

Los primeros en llegar

por Ennio Sotanaz On 2:45 0 comentarios

Mi experiencia anterior en esta interesante (aunque a veces aburrida) competición llamada Copa del Mundo me dice que la fase de grupos no suele ser más que un “engañabobos” que sirve para hacer una pequeña criba (casi nunca caen las grandes potencias salvo raras excepciones que suelen llevar implicadas otro tipo de problemas) que básicamente sitúa las casillas de salida para lo que será la verdadera competición. ¿Cuántas veces el mejor equipo de la fase de grupos gana el mundial? ¿Cuántas veces ha sido la selección española la mejor de la fase de grupos?

Por eso no me dicen demasiado esas conclusiones que ahora se sacan a bote pronto sobre la supremacía del fútbol americano o el camino despejado para cierta selección que se “está saliendo”. Piano, piano,… que dicen unos que de esto saben un rato.

Estaba preocupado con Javier Aguirre. Ver jugar a la selección mejicana de forma tan alegre, teniendo el balón, de forma ofensiva e incluso colocada con cierta diligencia en el terreno me tenía completamente confundido a tenor de la terrible imagen que guardo de “el vasco” en mi memoria. Ayer volvieron las aguas a su cauce y el mejicano volvió a ser él mismo diseñando una alineación titular que no entiende nadie en esa gran nación y planteando un partido de una de las peores formas en las que se pueda plantear. Afortunadamente eso no le costó la clasificación pero si provocó que ahora tenga que enfrentarse con su bestia negra del anterior mundial: los argentinos. Buen partido.

Hablando de la albiceleste lo cierto es que todo ese tufo a naftalina y desastre que emitía esta selección hace apenas tres semanas parece haberse evaporado por completo. Transmiten un juego alegre, están muy metidos y hasta tácticamente tiene su gracia. Lo bueno de tener a alguien como Maradona al frente es que probablemente le importe una mierda la moda actual entre los entrenadores de fútbol y haga lo que le salga de la mismísima… nariz. Ayer por ejemplo sacó un 4-3-3 con tres delanteros natos y un solo mediocentro. Con dos cojones. ¡Qué envidia! Ojo con argentina que no hay nada como creerse las cosas…

Uruguay tiene muy buena pinta pero ahora empieza a tener la presión de poder hacer cosas importantes. Es muy diferente jugar a ver qué pasa que tener que sentir el aliento de la demanda de éxito. Me parece muy interesante lo que pueda pasar con esta selección a partir de ahora y los cruces le favorecen.

¿Y Francia? Pues pasó lo que tenía que pasar. Cualquier otra cosa hubiese sido injusta. No me da ninguna pena.

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